Durante el acto protocolario de entrega del Edificio a la comunidad universitaria, la profesora rectora Dolly Montoya Castaño, rectora de la Institución, expresó que “este es un espacio de gran contenido simbólico para la Universidad y que recoge la expresión de las artes tanto en la ella como en el país”.
Así mismo, manifestó que su entrega es el resultado de la sumatoria de esfuerzos de profesores, estudiantes y directivas de la Universidad.
Indicó además que su recuperación, adelantada en el marco del Plan de Recuperación Integral de Bienes de Interés Cultural, “se ha hecho con toda la seriedad y calidad que merece una infraestructura como esta, por su gran valor patrimonial”.
En la edificación renovada, con la cual se busca beneficiar a 330 estudiantes de Artes Plásticas y a 35 profesores, se actualizaron las redes eléctricas, de iluminación, de voz y datos, hidráulica y sanitaria; además se agregaron sistemas de detección y extinción de incendios, de audio y videoproyección.
Con respecto a las mejoras realizadas en sus instalaciones, el profesor David Lozano Moreno, director de la Escuela de Artes Plásticas de la UNAL, señaló que “la iluminación se actualizó a led y se incluyó un sistema GreenMAX con fotoceldas que mantienen la iluminación de los talleres a 750 lúmenes a lo largo del día, lo que garantiza el cumplimiento normativo del edificio en este aspecto”.
Agregó que el hall principal, que se encuentra en el primer y segundo piso y que es el corazón del Edificio, serán habilitados como lugares versátiles en donde los estudiantes se podrán encontrar para descansar, compartir y crearse, pero también serán habilitados como espacios para exposiciones o encuentros para actos de la Escuela”.
El Edificio no se había actualizado integralmente en sus años de servicio, y por lo tanto contaba con las instalaciones originales que se habían ampliado y modificado según la necesidad del momento.
La arquitecta Claudia Lucía Rueda, directora de la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico de la UNAL Sede Bogotá, explicó que “el reforzamiento estructural se realizó para mejorar la respuesta sísmica del edificio, mejorando los índices de sobreesfuerzo de las columnas, además de detener los asentamientos diferenciales que se habían presentado en la edificación para consolidarlo como está en este momento”.
Monumento Nacional
El Edificio de Bellas Artes forma parte de la primera etapa de construcción del campus universitario. Fue construido entre 1936 y 1940, y diseñado por el arquitecto Eric Lange en colaboración con el también arquitecto Ernst Blumenthal.
El inmueble, declarado Monumento Nacional, tiene valores excepcionales por ser un testigo de la transición a la modernidad y de la construcción del campus universitario nacional.
Al respecto, el profesor Lozano menciona que “el edificio tiene un diseño muy sobrio de línea recta con dos curvas, en cada uno de los extremos hay una especie de cinta que realmente da sensación de movimiento y luego hay un salto con una entrada. Entonces el reto era grande pues se debían realizar las adecuaciones internas con el fin de convertirlo en edificio ecosostenible sin perder el diseño del exterior”.
La intervención del Edificio de Bellas Artes contempló la liberación de algunos muros y divisiones interiores que se habían construido con el paso de los años y que iban en contravía del edificio original, el cual contaba con amplios espacios iluminados.
La profesora Rueda indica que “la empresa constructora que realizó la administración delegada para la obra de intervención fue Urbaniscom Ltda., empresa elegida mediante un proceso de invitación pública que adelantó la Oficina de Contratación de Sede en 2019.
“El costo total invertido es de 11.540’134.873 pesos, de los cuales 9.626´655.567 pesos correspondieron al contrato de obra, en la modalidad de administración delegada; los recursos provinieron de la Estampilla Nacional y la Estampilla Distrital y la obra duró 2 años y medio”, menciona.
Aunque la obra está totalmente lista para entrar en funcionamiento, por solicitud de la Escuela se adicionará, un mobiliario en las zonas comunes que brindará mayor bienestar, mayor soporte de equipos en equipos audiovisuales y se instalarán los lockers en los nichos del edificio.
Redactado por: Universidad Nacional de Colombia
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