Alejandra Mar, es fotógrafa musical y profesional en Medios Audiovisuales del Politécnico Grancolombiano, quien durante más de una década se ha dedicado a retratar desde su lente lo mejor de la música nacional e internacional, trabajando para grandes revistas como Shock, Terra o Cromos.
Alejandra ha recorrido los festivales nacionales e internacionales más importantes como Rock al Parque, Estéreo Pícnic, Hip Hop Music Fest (MEX) y Primavera Sound (BCN). También ha colaborado en el cubrimiento de experiencias musicales y de marca para compañías como Spotify, Miller (Bavaria) o Budweiser.
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Este año, la graduada expuso lo mejor de su trabajo en la exposición Rapsodia Nacional, un evento organizado por la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, y que, a partir de la fotografía, recorre los 15 años de historia del Rock Colombiano, retratando icónicos festivales y conciertos que quedaron marcados en la historia musical de nuestro país.
Además, Alejandra, desde 2019, dirige la exposición fotográfica Featuring Fest, un proyecto en el que artistas multidisciplinarios intervienen sus fotografías de concierto, a través de diferentes corrientes artísticas como collage, grafiti, ilustración, muralismo, entre otras.
Se encontró con la fotografía cuando estaba en el colegio, allí una chica de su grupo de amigas le prestaba la cámara para qué les tomará fotografías haciendo pirámides o figuras con el cuerpo “mi trabajo consistía tomar fotos increíbles, pero para lograrlo debía también ser la mente maestra que creaba los diferentes escenarios, aunque esto implicaba no salir en la mayoría de las fotos.”
La afición por la fotografía marcó su camino, sin que ella se diera cuenta, y esto explotó cuando estaba en la universidad; fue así como desde cuarto semestre comenzó a construir su carrera, como fotógrafa “mi primer acercamiento al mundo laboral fue gracias a un compañero de comunicación social que me invitó a trabajar en la revista independiente RMS cubriendo eventos en prensa, allí participé en mis primeros conciertos como Slash y Paramore”, esta experiencia fue enriquecedora porque le permitió aplicar sus conocimientos afuera de la academia lo cual ayudo en su proceso y sin pensarlo sería el inicio de un futuro laboral prospero, ya que construyó buenos cimientos.
Posteriormente, se convierte en fotógrafa freelance en Archivo de Cromos, lo que le abrió las puertas para realizar en Shock sus prácticas profesionales y hasta la fecha continúa vinculada a esta revista como fotógrafa y realizadora audiovisual, completando más de 10 años en el medio; además, en paralelo gracias a su experiencia y al voz a voz ha podido trabajar en otro tipo de proyectos donde ha colaborado en el cubrimiento de experiencias musicales y de marca para compañías como Spotify, Falabella, Sony Music, Pivote y Miller (Bavaria) o Budweiser. Y ha recorrido festivales como Rock al Parque, Estéreo Picnic, Hip Hop Music Fest (MEX) y Primavera Sound (BCN); así mismo el estar publicando las fotos a través de las redes sociales la llevó a encontrar nuevas plataformas para difundir su trabajo.
Otra gran experiencia y la que hasta considera que ha marcado su carrera fue en 2019 cuando decidió tomar todas las imágenes que ha venido haciendo con los años como fotógrafa musical y armar su propia exposición que se llama Featuring Fest allí invitó a artistas multidisciplinarios que admira para que intervinieran y reinterpretaran las fotografías de sus conciertos por medio de técnicas como el graffiti, collage y bordado sobre papel “esa experiencia es maravillosa porque juntos hemos encontrado esas mezclas de técnicas para crear nuevas obras, por eso lograr dos ediciones de mi propia exposición ha significado superación personal debido a que esto me ha permitido explorar el arte y la forma en la que las personas consumen la música lo que resulta demasiado satisfactorio porque es la evidencia que mi trabajo me permite ir más allá.”
La fotografía se convirtió en su gran pasión desde que la concibió como algo que quería aprender porque la llevaba a otros lugares abarcando diferentes temas (naturaleza, deportes, moda, retrato y un acercamiento divino a la música) además podía monetizarlo para vivir de ello es así como se propuso hacer las mejores fotos y proponer cosas diferentes desde su aptitud para manejar la cámara y su sensibilidad para ciertos momentos.
Sin embargo, aunque para Alejandra es gratificante lo que ha logrado, considera que “mi mayor reto ha sido no desfallecer porque honestamente las condiciones que ofrecen en el medio no son muy buenas a tal punto que he sentido que menosprecian mi trabajo, esfuerzo y conocimientos; por ello aunque me siento orgullosa, trabajó todos los días para seguir haciendo foto sin tener que migrar a otros oficios, ya que aún no se da el valor ni el reconocimiento que merecemos los fotógrafos y artistas que trabajamos incansablemente en el ámbito musical.”
Es tanto su amor al arte que espera seguir resistiendo y creando conciencia para que, en un futuro cercano, todo el esfuerzo se vea reflejado monetariamente, pues es importante consolidar el hecho de que los artistas viven de su trabajo “tener un talento y hacerlo ver como algo entretenido no quiere decir que no cueste en conocimiento, tiempo, vida y recursos de quienes decidimos dedicarnos a esta hermosa labor” expresó.